Pyongyang, 2 de abril (ACNC) -- El subtitular general de la Dirección General de Armamentos del Ministerio de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día primero una declaración intitulada "Nueva 'arma de disposición conjunta' de la alianza militar EE.UU.-Japón prenuncia el ambiente de seguridad más inestable de la región".
La nota completa va como sigue:
Las relaciones de alianza EE.UU.-Japón, llamadas eje medular del sistema de alianza militar bajo el mando de EE.UU. en la región de Asia-Pacífico, dan cada día con nueva apariencia la señal de inestabilidad a los países periféricos y la sociedad regional.
A citar un ejemplo, los dos países acordaron oficialmente producir en común el misil aire-aire de último modelo "AIM-120", con motivo de la reciente visita al país isleño del secretario de Defensa norteamericano.
Lo grave del caso es que no se puede interpretar como una simple producción de arma para avión de combate con fines de defensa y control del espacio aéreo. Su peligrosidad se pone de relieve si se toma en consideración la peculiaridad del ambiente geopolítico y de seguridad militar de Nordeste de Asia.
Pueden cargar "AIM-120" con más de 160km de alcance todos los cazas principales de diferentes misiones, movilizados en los ejercicios aéreos conjuntos EE.UU.-Japón y en los otros EE.UU.-Japón-República de Corea, que se observan a menudo en el espacio aéreo alrededor de la Península Coreana, y más lejos, sobre los mares Este y Sur de China.
Según la doctrina militar de las fuerzas aéreas norteamericanas, la introducción y uso de gran cantidad de armas aéreas sofisticadas de largo alcance como "AIM-120" permitirán tomar el dominio aéreo y neutralizar de manera preventiva el sistema antiaéreo de los países enemigos, y la salida inmediata de los cazabombarderos estratégicos asestará el golpe demoledor a la profundidad estratégica enemiga.
En este sentido, "AIM-120" es nueva "arma de disposición conjunta" de la alianza militar EE.UU-Japón que se convierte en la de ataque y agresión.
La fabricación conjunta de arma sofisticada que persiguen EE.UU. y Japón acarrea un ambiente desfavorable a la región de Asia-Pacífico adicionando un nuevo factor de inestabilidad estratégica.
EE.UU., que vino tolerando y fomentando la conversión de Japón en potencia militar desde el siglo pasado, amplió hasta al espacio cósmico y el cibernético la esfera de aplicación del tratado de seguridad EE.UU.-Japón que se limitaba a la "emergencia de Japón" y le ofrece sin escrúpulos hasta el misil crucero "Tomahawk" y otros medios de ataque de largo alcance amparando su intento de contar con la "capacidad de contraataque".
En estos momentos en que EE.UU. y Japón estudian la integración del actual sistema de operación y mando militares mediante la reorganización de las tropas norteamericanas estacionadas en Japón y la fundación de la "comandancia de operación conjunta", y el acceso constante al ambiente de guerra, ya no es un secreto que la colaboración militar bilateral que se estrecha en forma proporcional persigue el objetivo de mantener a raya con armas a los países regionales.
Por cierto, se cambia el foco de la estrategia de seguridad militar de EE.UU. con fines hegemónicos y esto es una nueva señal de alarma para la región de Asia-Pacífico inclusive los países de Nordeste de Asia.
La fuerza sin justicia es una tiranía, y es insignificante la justicia sin fuerza.
En el futuro también la tarea primordial de la RPDC será la preparación del fuerte disuasivo capaz de enfrentarse al inestable ambiente estratégico creado en su contorno por parte de EE.UU. y sus aliados y hacer a los países enemigos renunciar su ambición política y militar.
Continuarán nuestros esfuerzos por aplicar el remedio más acertado para controlar la tensión militar de la región y no se permitirá nunca el intento de Washington y sus sirvientes de tomar la hegemonía militar. -0-
www.kcna.kp (2025.04.02.)