Pyongyang, 27 de julio (ACNC) -- Emprendieron la marcha de continuación los jóvenes de nueva generación que nacieron y crecieron en la tierra defendida por sus antecesores del tiempo de guerra, creadores de la crónica de gran victoria de la Corea heroica en la guerra, nutriéndose del noble espíritu revolucionario de estos últimos.

Estuvo caldeada por la pasión de continuadores de la tradición de patriotismo la explanada frente al Cementerio de Mártires de la Guerra de Liberación de la Patria al pie del capitalino monte Sokbak donde están latentes el alma y méritos de los testigos de la historia, que alcanzaron la victoria más valiosa en la década más ardua que nunca, o sea, los valientes combatientes de la pasada guerra coreana que reposan ahí al amparo de la bandera de la RPDC ofrecido por el Partido del Trabajo de Corea.

La marcha de sucesión de vanguardias jóvenes por el 71º aniversario de la victoria en la guerra se efectuó el día 26 desde ese camposanto demostrando el poderío irresistible de la RPDC donde una generación y la otra se unen con el espíritu y proezas de la gran década formando un organismo siempre vital.

Mientras resonaba la canción "Tributo a los vencedores de la gran época", comenzó la marcha encabezada por la bandera nacional que refleja la historia siempre victoriosa de la patria y su futuro maravilloso y flameaba en vanguardia del avance de los combatientes del tiempo de guerra.

Marcharon con los jóvenes los secretarios del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Ri Il Hwan, Pak Jong Chon y Pak Thae Song, y la jefa de departamento del CC del PTC, Kim Jong Sun, y el presidente del CC de la Unión de la Juventud Patriótica Socialista, Mun Chol.

Los descendientes de los veteranos de guerra desfilaron a pasos firmes con el deseo de mantener el prestigio y honor, conquistados a costa de sangre por la generación triunfadora en la guerra, y coronar con victoria y gloria el futuro de la potencia independiente.

En cada fila, se veían las fotos de los mártires revolucionarios y los héroes participantes en la guerra coreana quienes realizaron proezas excepcionales en la historia conservando la fidelidad al líder como conciencia, honor y obligación moral.

Los participantes pasaron por las avenidas capitalinas haciendo constar la verdad de que están siempre presentes en la memoria del partido, la revolución, la patria y el pueblo la noble vida y méritos de los mártires que ofrendaron su vida a la causa revolucionaria más sagrada, en acato a la dirección del gran líder.

Se percibía en las columnas, que portaban las pancartas y letreros como "¡Continuemos el espíritu de la generación triunfadora en la guerra!", "Unidad monolítica", "Será eterno nuestro 27 de julio" y "Vanguardia de clase", la fuerte aspiración a continuar con nueva victoria la historia de resistencia de la época heroica, creada por los mártires, al apoyar con total entrega la dirección del gran CC del Partido.

Repercutieron las canciones creadas en el tiempo de guerra y los himnos a la victoria que redoblaban la decisión de los sucesores de continuar para siempre el espíritu y la tradición creados por los mártires en la larga y ensangrentada lucha antijaponesa y bajo la lluvia de balas y bombas del tiempo de guerra.

La marcha hizo recordar a los jóvenes de generación antecesora que tan pronto como escucharan el discurso radial del Presidente Kim Il Sung que llamaba a todos a luchar por la victoria, se movilizaron en la guerra sagrada para defender la querida patria, luego de sostener los actos de solicitud de alistamiento.

Transcurrió el momento histórico en que se conservaba en el alma de los descendientes el trayecto de lucha sin precedentes que hizo posible defender firmemente la dignidad y honor de la RPDC junto con su historia de victoria en la guerra.

Los capitalinos aclamaron y aplaudieron a las filas de la juventud que exhibían la disposición de exterminar a los enemigos ansiosos por acabar con el régimen y vida feliz del pueblo coreano, si ellos se atreven a agredir, aunque fuera una pulgada, esta tierra sagrada donde corrió la sangre de los mártires.

Se escucharon las consignas "¡Seamos vanguardias jóvenes muy fieles al estimado padre Mariscal Kim Jong Un!", "¡Demos firme continuidad al espíritu de defensa de la patria y la revolución creado en la década de 1950!" y otras que reflejaban el juramento de coronar con fidelidad y patriotismo los días de la juventud dedicándola al partido, la patria y la victoria de su causa como descendientes del digno país triunfador.

Esta marcha ha sido un hito significativo que demostró la férrea convicción y voluntad de nuevas generaciones de avanzar con vigor al frente de la lucha por el desarrollo integral del socialismo coreano y el cumplimiento de la gran empresa por el país próspero y el ejército poderoso, bajo la guía del gran CC del Partido, tomando como fuerza motriz de la revolución la verdad que enseña la victoria milagrosa del 27 de julio. -0-