Un día de agosto de 2024, el estimado camarada Kim Jong Un, Secretario General del Partido del Trabajo de Corea, se dirigió al Hotel 25 de Abril para presenciar la clase ejemplar de los alumnos a nivel de escuela primaria, organizada como parte de los preparativos de la docencia de nuevo curso escolar de los alumnos de las zonas damnificadas por la inundación.

Tras conocer detalladamente la dotación de los equipos y artículos escolares y ver los útiles escolares que se utilizarían por los alumnos, el Secretario General miró con amplia sonrisa a los alumnos concurridos de distintas localidades, quienes se afanaban en el estudio.

Dijo que se sentía orgulloso y digno por haber tomado la decisión rápida y correcta de que el Comité Central del Partido adopte la medida de impartir la enseñanza provisional a los niños y alumnos de las zonas perjudicadas.

Los funcionarios se quedaron conmovidos por el propósito del Secretario General quien quiere formar hasta a los niños de las regiones damnificadas como talentosos del país y pilares de la construcción de la patria próspera.

La educación es una labor importante que da continuidad a nuestra revolución y empuja el desarrollo del país, precisó el Secretario General y subrayó que la docencia de nuevas generaciones determina el desarrollo del país y el futuro de la revolución, por lo cual el Partido y el Gobierno no deben menospreciarla ni un momento por muy crítica que sea la situación.

Escuchando sus instrucciones, los cuadros volvieron a guardar en lo profundo de corazón el noble espíritu del Secretario General de desarrollar la educación del país como la más desarrollada del mundo. -0-