Pyongyang, 17 de mayo (ACNC) -- El comentarista del problema de seguridad internacional, Kim Ryo Won, publicó un artículo intitulado "Las maniobras de Japón para convertir su archipiélago en el gran polvorín serán un acto suicida que le da la segunda derrota".
Su texto completo va como sigue:
En estos días en que se producen en diferentes latitudes del mundo las crisis geopolíticas que agrandan la preocupación sobre el estallido de nueva guerra, Japón da más acicate al aumento de la capacidad militar.
Según transcendidos, este país criminal de guerra planea probar en el futuro no lejano el lanzamiento del cañón electromagnético de cubierta que es un armamento sofisticado que lanza sucesivamente los obuses con una velocidad hipersónica haciendo uso de la fuerza electromagnética.
Japón ya empezó en 2016 la investigación de esta arma y en 2023 realizó por primera vez en el mundo la prueba del producto de ensayo de tamaño pequeño. Y esta vez, intenta hacerla con el proyectil para el uso de combate real.
Al cabo de decir que ese armamento es recomendable para el ataque contra los blancos terrestre, marítimo y aéreo y la defensa antimisil, lo califica por sí mismo de un "medio que cambia la situación del campo de guerra", por una parte y por la otra, expuso abiertamente hasta el intento de confrontación militar de usarlo en la interceptación de las armas hipersónicas de la República Popular Democrática de Corea y otros países vecinos.
La aparición del cañón electromagnético que forma parte de los principales medios de ataque bajo la pretexto de "defensa" evidencia patentemente que en estos días, Japón convierte su territorio en la sede de la exhibición de misiles y el campo de ensayo de armas sofisticadas, exponiendo más abiertamente que nunca su intento de ataque preventivo.
Japón tiene decididos el tiempo y lugar de emplazamiento del proyectil teledirigido tierra-mar tipo 12 con casi un mil kilómetros de alcance que ya pasó la fase de prueba y otros de planeo rápido. Y al mismo tiempo se entrega al desarrollo del misil balístico de nuevo tipo con 3 mil kilómetros de alcance y el proyectil teledirigido de precisión de largo alcance de lanzamiento terrestre.
Y trazó el plan de formación de la unidad de misiles tierra-mar de las "Fuerzas Terrestres de Autodefensa" e intenta entrenar en junio en Hokkaido, cercanías de los países vecinos, el lanzamiento de misiles que viene haciéndose hasta la fecha fuera del archipiélago por la restricción del principio de la "defensa exclusiva".
Además, plantea introducir de EE.UU. los misiles aire-aire de mediano alcance, los misiles cruceros aire-tierra de largo alcance y Tomahwak y emplazarlos para la batalla real y producir junto con EE.UU. el misil "AIM-120".
La intención verdadera de Japón que pretende dotarse de los medios de ataque de largo alcance y desarrollar nuevos artefactos sofisticados como el cañón electromagnético reside en mejorar la efectividad de ataque preventivo contra la RPDC y otros países periféricos y satisfacer así cueste lo que cueste su ambición añeja de la "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental" desencadenando en cualquier momento nueva guerra de agresión.
¿Quién toma la espada?, esto determinará que la será el remedio omnipotente para la preservación de la paz o el arma mortífera para la agresión.
Es obvio qué incidente catastrófico acarreará a este planeta si Japón, que en el siglo pasado había ocupado la vasta región de Asia-Pacífico y impuesto a la humanidad incontables desgracias de guerra, vuelve a tomar en su mano las armas de destrucción masiva.
Hace unos días, la autoridad de Defensa de Japón propuso al secretario de Defensa norteamericano la idea extremadamente peligrosa de reforzar la connivencia militar entre Japón, EE.UU., Australia, Filipinas, la República de Corea y otros considerando como un "campo entero" cuyo centro es el Mar Este y el Sur de China y la Península Coreana, hecho que deja intuir fácilmente la intención agresiva del país isla que trata de emprender la reagresión al crear en la región un desequilibrio militar y una nueva estructura de conflicto.
Japón pretende liberarse del yugo político-militar del país vencido al aprovechar la corriente de cambio de la estructura geopolítica mundial pretextando el "ambiente serio de seguridad periférica" y resucitar el connotado "Gran Imperio Japonés". Tales maniobras militares demandan con urgencia a la RPDC que consolide por todos los medios la fuerza aplastante capaz de contenerlas.
El imprudente aumento armamentista de Japón tendente a ofender a los países portadores de armas nucleares será un acto suicida que le da la segunda derrota. -0-
www.kcna.kp (2025.05.17.)