No podrá ser alegre el "viaje" bélico de antiguo "gran imperio británico", advierte ACNC en su comentario

Pyongyang, 21 de agosto (ACNC) -- Acabó de entrar en la base operacional de Pusan de la República de Corea el barco de escolta perteneciente a la flotilla de ataque del portaaviones Prince of Wales de la marina británica, tras participar en el entrenamiento multinacional realizado en la región del Pacífico occidental bajo el mando de EE.UU.

El día anterior a esto arribó a la misma rada el buque de apoyo logístico de Gran Bretaña "Tidespring". Se dice que el Prince of Wales escenificará en septiembre el adiestramiento modelo de aviación marítima en el mar de la RC.

Al respecto, el país europeo lo califica de un jalón importante que muestra su firme voluntad por la "seguridad y prosperidad" de la región Indo-Pacífico.

No se puede pasar por alto el hecho de que los buques principales de la Armada británica aparecieron en aguas candentes de Asia-Pacífico después de realizar el ensayo bélico en la zona del Pacífico occidental, partiendo del Océano Atlántico.

La aparición de los buques británicos en vísperas de los ejercicios militares Ulji Freedom Shield, que libran EE.UU. y la RC contra la República Popular Democrática de Corea, deviene el "viaje" bélico que lleva a la peor fase la situación de la Península Coreana y la región.

Gran Bretaña, que en el siglo pasado había despachado mayor número de efectivos a la guerra coreana obedeciendo a EE.UU., ha venido sumándose activamente a la política hostil anti-RPDC de EE.UU. actuando como primer interino en el bloque militar más reaccionario, presidido por EE.UU., lo cual es el hecho muy bien conocido por todo el mundo.

En abril de 2024, el Ministerio de Defensa de este país anunció con fanfarronadas que desde el año próximo realizará periódicamente en el Indo-Pacífico los ejercicios militares junto con EE.UU. y Japón bajo el pretexto del "fortalecimiento de seguridad de esa región" e insistió en que esto será una fuerte señal a quienes tratan de violar el "orden internacional basado en las normas".

Y lanzó los disparates belicosos de que la relación de defensa de Gran Bretaña no se limita a la distancia y que su país está listo para reaccionar a cualquier amenaza en todas las latitudes del mundo.

El año pasado, el embajador británico en Japón calificó las acciones de la RPDC y China de un peligro geopolítico que afecta a las "reglas internacionales", mientras en junio de este año el premier británico declaró que "su ejército tomará como su meta principal la restauración de la disposición para la guerra".

Al fin y al cabo este país europeo avanza a la Península Coreana para practicar totalmente su intervención militar al cabo de racionalizarlo bajo el pretexto de la correlación de seguridad entre ambas orillas del Atlántico y la región de Asia-Pacífico.

Es muy claro el objeto de la aparición de la flotilla de ataque de portaaviones británico que en varios meses había librado frenéticamente en la región de Indo-Pacífico los entrenamientos militares con EE.UU., Japón y otros aliados.

Este "viaje" bélico deviene una acción práctica de su posición conflictiva con la RPDC y, al mismo tiempo, una marcha aventurera encaminada a tomar la heguemonía militar del anglosajón no sólo en la región, sino también en el mundo entero.

Jamás saldrá agradable el "viaje" bélico del antiguo "gran imperio británico". -0-

www.kcna.kp (2025.08.21.)