Pyongyang, 15 de julio (ACNC) -- Sobrepasan el límite de peligro los pasos militares de Japón que vulneran la paz y estabilidad de la región en contubernio con las fuerzas extranjeras.

Durante su visita a Alemania, el premier japonés Kishida conversó el día 13 con su homólogo alemán y discutió el tema de ampliar la "cooperación en el terreno de defensa" en la región de Indo-Pacífico.

En la rueda de prensa concedida a continuación, aplaudió la entrada en su país del caza, fragata y otros pertrechos de Alemania, diciendo que "son inseparables la seguridad de Europa-Atlántico y la de Indo-Pacífico".

Con anterioridad, preconizó tal insistencia también en la cumbre de la OTAN que no tiene nada que ver consigo.

Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Japón intenta librar desde el día 19 al 25 en los alrededores de Hokkaido y Kanto los ejercicios militares junto con las fuerzas aéreas de Alemania, Francia y España.

En cuanto al primer despliegue simultáneo en Japón de decenas de cazas de esos 3 países miembros de la OTAN, el ministro de Defensa japonés dijo descaradamente que "la visita a Japón de los ejércitos de varios países es una muestra de la capacidad y el interés en la región de Indo-Pacífico".

Las "Fuerzas de Autodefensa" planean desarrollar en la segunda quincena de agosto los ejercicios en el mar y aire del archipiélago japonés junto con el portaaviones y cazas de Italia.

La situación peligrosa de hoy hace imaginar aquel tiempo en vísperas de la Segunda Guerra Mundial en que la Alemania fascista y el Japón militarista impusieron a la humanidad las desgracias catastróficas formando una alianza militar.

Los sucesivos entrenamientos militares de los países criminales derrotados en la conflagración mundial significan desenvolvimiento sospechoso que exacerba la situación regional.

Después de su derrota en la guerra, Japón, enloquecido por la ambición revanchista, vino completando los preparativos como ente militar de carácter agresivo que puede cumplir cualquier guerra en cualquier tiempo bajo el amparo de EE.UU.

Este hecho no es un secreto.

El primer ejercicio militar multiespacial de Estados Unidos, Japón y la República de Corea, Freedom Edge, en las aguas marítimas cercanas a la Península Coreana donde tomaron parte las "Fuerzas de Autodefensa" violando la ley internacional y la Constitución vigente, muestra evidentemente por dónde intentan salir ese cuerpo armado expandido para participar en una guerra.

Pero, la nueva estructura de fuerzas de la región, cambiada radicalmente, y el crecimiento de las fuerzas independientes antiimperialistas, que se oponen a la estrategia hegemónica de EE.UU., han encendido la "luz roja" a Japón que acecha la oportunidad de retomar el camino de agresión con el respaldo de su amo gringo.

EE.UU. se debilita cada día debido a la situación de guerra de Ucrania, que va de mal en peor, y el incontrolable incidente del Medio Oriente, etc.

Muy inquietado ante este hecho, Japón llegó a considerar como vital la adhesión militar con la OTAN con el objetivo de tomar a toda costa la supremacía en la confrontación geopolítica con sus rivales aprovechando hasta las fuerzas de los otrora países criminales de guerra.

No es casual que el premier japonés soliera decir que "Ucrania de hoy puede ser Asia Oriental de mañana".

¿Estaría pensando Japón que podrá salir ileso aunque rompa el ambiente de seguridad regional?

Japón debe tener presente que la confabulación militar con las fuerzas foráneas es el camino de autodestrucción y lo convertirá en el blanco común de la justa sociedad regional.

Hay que ser prudentes también las fuerzas ansiosas por traer el nubarrón de guerra a la región de Asia-Pacífico.

Esta región no es el "campo de demostración" de las fuerzas de alguien, ni mucho menos el escenario de la "cruzada" de la OTAN.

Sería mejor que los intrusos de la OTAN busquen sus tareas no allende las fronteras, sino en su casa. -0-