Pyongyang, 4 de agosto (ACNC) -- Japón da más acicate al emplazamiento de los misiles de largo alcance de fabricación nacional.
Según lo publicado, el país isleño emplazará hasta finales de 2025 en Kumamoto el proyectil tierra-mar tipo 12 cuyo alcance de tiro es alargado a mil kilómetros.
Se prevé que esos misiles se ubicarán el año próximo también en Oita, Okinawa y otras localidades.
Al respecto, los medios de prensa y los politiqueros japoneses dicen abiertamente que llegaron a adquirir la "capacidad de ataque a las bases enemigas".
De veras, es un indicio muy peligroso.
En cuanto al susodicho proyectil, desde hace unos años, Japón alargó su distancia de alcance y lo modificó para emplear en la tierra, aire y mar so pretexto de asegurar la "capacidad de contraataque".
El emplazamiento de esos misiles capaces de golpear a los países vecinos por encima de la esfera de "defensa exclusiva" no es para detener la "amenaza" de alguien sino para satisfacer su ambición de la "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental".
Japón se muestra atareado por incrementar y reorganizar sus fuerzas militares y modernizar sus fuerzas armadas en virtud de la "Estrategia de Seguridad Nacional", la "de defensa nacional" y el "plan de arreglo de fuerzas defensivas", así que crea un ambiente más provechoso para traspasar sus maniobras bélicas de carácter agresivo a la batalla real.
Lo que merece la atención es que tales movimientos militares se dirigen a alcanzar la meta de ataque preventivo.
Quedó fundada la "comandancia de operación unida" con la misión del empleo fácil de los misiles de larga distancia y ya se ha trazado el plan de formación de las unidades misiles.
Y a fin de perfeccionar la capacidad de batalla real en su propio territorio, Japón libra desde junio de este año en su tierra el entrenamiento de lanzamiento de misiles que se desarrollaba en el extranjero para evitar la censura del mundo.
Sobre todo, malgasta fabulosos fondos para militarizar el espacio con el objetivo de asegurar la sorpresa y exactitud de los proyectiles tierra-mar tipo 12, los de planeo rápido, los hipersónicos, etc.
O sea, el emplazamiento de los misiles de largo alcance por doquier del archipiélago japonés es un acto igual a la carga de un fusil.
En su reciente "Carta Blanca de Defensa para 2025", Japón tildó a la RPDC y otros países vecinos de "amenaza inminente" y "mayor desafío estratégico sin precedente", lo que evidencia a quién apunta ese fusil.
Hace poco, instigó el "ataque nuclear" a su amo hablando de la "amenaza" proveniente de la RPDC y otros países periféricos, hecho que llama la precaución de la sociedad internacional.
La realidad muestra que Japón se vale de todas las maneras para anticipar el día de desatar la reagresión.
Ese país criminal de guerra debe actuar con prudencia teniendo bien presente que la reagresión significa su arruinamiento total. -0-
www.kcna.kp (2025.08.04.)