Pyongyang, 13 de julio (ACNC) -- Hace poco, la delegación de la cámara de representantes del Congreso de EE.UU. realizó una gira por el Medio Oriente.

No vale la pena discutir esa visita al extranjero de los politicastros norteamericanos, que son repudiados por su población debido al malgasto de impuestos y la incapacidad de resolver los problemas de casa.

Pero, hace falta señalar el rumor infundado sobre nuestro Estado que inventaron y circularon ellos durante la gira.

Al referirse con extravagancia a la supuesta "amenaza" de la RPDC en el tema del incidente del Medio Oriente que entraña nuevo peligro, hablaron como si la "intervención" o la "ayuda" de ella fueran el factor de la escalada de tragedia sangrienta en esa región.

Esto comprueba a qué grado ha llegado la demagogia de EE.UU. para difamar a la muy digna RPDC y "satanizarla" a toda costa.

Si se pregunta cuál es la causa de estallido del incidente del Medio Oriente y de escalada de la carnicería que comete Israel causando las críticas de la sociedad internacional, hasta un niño diría que ésa es el amparo de EE.UU. que instiga la fiebre bélica de los sionistas.

Hace poco, hasta un principal medio de prensa del Occidente reveló con cifras y datos que Israel pudo lanzar ampliamente el indiscriminado ataque militar contra la Franja de Gaza gracias a la ayuda de EE.UU. que le suministra por diferentes vías las bombas de alta potencia, misiles de distintos tipos y muchos otros pertrechos.

Pese a esta verdad irrefutable, los politicastros norteamericanos calumnian absurdamente a nuestro Estado, muy lejano y ajeno al Medio Oriente.

¿Por qué estarán haciéndolo?

Todos conocen bien que EE.UU. dice a menudo en la arena internacional los chismes como "amenaza" y "provocación" de alguien para justificar sus acciones hegemónicas calumniando y difamando a la RPDC.

No obstante, se redoblan ahora el poderío nacional y la posición de la RPDC, lejos de debilitarse, hecho que produce el efecto de poner en peor aprieto a EE.UU. y es reconocido unánimemente por el mundo como "gran derrota de la política del segundo para aislar y aplastar a la primera".

Por fin, EE.UU. buscó la salida en sacar el cartel de "intervención y ayuda de Corea" en los escenarios de guerras que libra por doquier del país por conducto de sus agentes del terreno. Es decir, trata de trasladar el enfoque de críticas y presión del mundo a la RPDC al fabricar un rumor que la inculpa de peligro creciente en el ámbito global.

Para salir de la peor crisis, los politiqueros norteamericanos viajan ahora hasta al Medio Oriente para vincular absurdamente a la RPDC con el empeoramiento de la situación, lo cual deja conocer fácilmente la transición de su neurastenia al trastorno mental.

La verdad no se cambia.

Aunque algunos fulanos digan cualesquier tonterías, no se podrá encubrir nunca los tremendos crímenes de EE.UU., "eje del mal" que destruye la paz y estabilidad del mundo, ni mucho menos imputar la responsabilidad a otros.

No será negada ante ninguna demagogia la misión responsable de la RPDC de defender la paz y estabilidad de la región y el resto del mundo. Y los rumores infundados de EE.UU., inventados para justificar el "banquete de sangre", muestran solamente la fachada miserable de la "única superpotencia" en agonía. -0-