Pyongyang, 29 de agosto (ACNC) -- Un día de febrero del 64 de la era Juche (1975), una muchacha pesquera absorta en la recogida de moluscos fue arrastrada en una masa de hielo al mar vasto debido a las mareas ascendiente y descendente.

Al informarse del hecho, el Dirigente Kim Jong Il llamó por teléfono a un funcionario del Ejército Popular para darle la tarea de salvar a ella movilizando el helicóptero.

E hizo a los militares de la unidad del EP periférica de la ensenada buscar a ella y envió al terreno hasta a los funcionarios del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea.

Se desarrolló a la vez en el cielo, la tierra y el mar la campaña para salvar a esta pescadora.

Pero, no pudieron descubrir su paradero en el mar vasto y al alborear, mucha gente se quedaba desesperada.

Luego de recibir el parte de tal situación, el Dirigente reiteró a los funcionarios que deben socorrerle a toda costa.

Al fin, crearon el milagro la invariable posición y voluntad del Dirigente de buscar sin falta a la muchacha.

Fue rescatada la pescadora que estaba entre la vida o la muerte en el mar muy lejano desde la tierra.

Ante el hecho, el pueblo coreano sintió otra vez que el regazo del Dirigente es el de la verdadera madre. -0-