Pyongyang, 30 de junio (ACNC) -- En enero del 40 de la era Juche (1951) cuando estaba en plenitud la Guerra de Liberación de la Patria, el Presidente Kim Il Sung visitó una comandancia del Ejército Popular de Corea.

Preguntó a un comandante si había tomado las medidas para la batalla antitanques.

El comandante le informó que los aviones enemigos dificultaban usar libremente por la tarde los cañones de tiro directo en la caza de tanques.

Diciendo que el cañón no es única arma antitanques, el gran Líder le explicó detalladamente las características topográficas del país y los puntos vulnerables de tanques enemigos.

Instruyó organizar los grupos de cazadores de tanques especificando que en las condiciones topográficas de Corea donde los pasos son muy estrechos debido a muchas montañas, esos vehículos no pueden avanzar si se destruye el que iba adelante. Es igual a un tigre muerto el tanque inmovilizado, apuntó.

Fue una buena idea de destruir fácilmente los tanques enemigos sin usar los cañones de tiro directo.

Esta habilidad permitió a los combatientes del EPC destruir por doquier esos medios blindados de la parte enemiga. -0-