En abril del 100 de la era Juche (2011), el Dirigente Kim Jong Il visitó la entonces Fábrica Farmacéutica Coryo de Kanggye.

Puesto que nuestro país es un Estado socialista que sirve a las masas populares, hay que anotar en las indicaciones de los medicamentos tradicionales Coryo sólo los efectos comprobados en el experimento clínico, dijo el líder antecesor y destacó la necesidad de fabricar en esta planta mucho más fármacos de aceptación popular.

Un funcionario acompañante le dijo que es ampliamente conocido en todo el país Ryongsinhwan (medicamento contra la indigestión) hecho en la fábrica.

Afirmando sus palabras, el Dirigente contestó que él conoce también buenos efectos de ese producto que prefieren hasta los ciudadanos de Pyongyang.

Prosiguió que un medicamento puede ser el bueno cuando sea reconocido por la población.

Como se ve, él ponía siempre al pueblo en el centro de sus pensamientos y acciones evaluando lo todo según el grado de su aceptación popular. -0-