Un día de octubre del 51 de la era Juche (1963), tuvieron lugar las elecciones de diputado a la III Legislatura de la Asamblea Popular Suprema.

Muy temprano de la mañana de ese día, cuando tomaba el auto para salir a un lugar de votación, el Presidente Kim Il Sung dijo a su acompañante que lleve el carnet de ciudadanía.

Agregó que siendo también el ciudadano de la República, él debe observar también las leyes establecidas en el país.

No pensaba ni un momento en que él era un existente particular sobre el pueblo, señaló el líder antecesor.

Un poco después, llegó al lugar de votación y participó en el sufragio luego de mostrar el carnet.

Esta anécdota deja saber la noble cualidad popular del Presidente quien no permitió ningún privilegio ni favor especial, al considerarse como un ciudadano común. -0-