Un día de junio de 2016, el Secretario General del Partido del Trabajo de Corea, Kim Jong Un, visitó el campo de construcción de la Fábrica de Jabón Ryongaksan.

Tras bautizar a la planta como ahora, el Secretario General recordó el sitio de la fábrica prefijado por los funcionarios, mientras averiguaba el estado de su construcción.

Entonces, los funcionarios habían determinado su solar en un lugar del reparto de Rangnang, situado en la cercanía de la Central Termoeléctrica de Pyongyang Este y el río Taedong, tomando en consideración sólo las condiciones de aseguramiento de agua y energía eléctrica.

Al informarse del hecho, el Secretario General fijó de nuevo el terreno de construcción de la fábrica al pie del monte Ryongak, bien conocido por su atmósfera pura y aguas cristalinas que se brotan allí.

Los funcionarios acompañantes confesaron al Secretario General sus sentidos tan conmovedores de aquel día.

El Secretario General dijo que no hay que escatimar un lugar magnífico, porque esto es el trabajo para el pueblo.

Y agregó que si necesita para crear la felicidad del pueblo hará todo lo posible en el futuro también.

Y dijo que él mismo daría solución a todos los problemas pendientes en la gestión de la fábrica, directamente relacionada con la vida poblacional. -0-