Un día de enero de 1951, año siguiente del estallido de la guerra coreana, un diseñador llegó a la Comandancia Suprema cumpliendo el llamamiento del gran Líder, camarada
El Presidente le propuso que se encargara del diseño de la reconstrucción de la ciudad de Pyongyang abogando por reconstruir más hermoso, magnífico y modernamente que anterior las ciudades, campos, fábricas y empresas destruidas.
Y marcó con lápiz diversas áreas donde se levantarían las viviendas, carreteras, puentes, lugares de recreo, etc. y enseñó en detalle las vías para hacer de Pyongyang una ciudad más moderna y civilizada.
El proyectista se quedó admirado ante la férrea convicción en la victoria segura y la clarividencia excepcional del Presidente quien imaginaba ya el futuro de la patria que triunfaría sin falta en la guerra enconada. -0-
www.kcna.kp (2025.06.20.)